Baño
Como amueblar un baño pequeño y rectangular
En muchas ocasiones, lidiar con los pequeños espacios de nuestra casa puede ser algo frustrante y poco apetecible. Un ejemplo clásico será el de hoy. En el que te ayudaremos a amueblar un pequeño baño rectangular. Por ser esta la geometría más utilizada en este tipo de espacios.
Como veremos, decorar y amueblar estos espacios. Lejos de ser una experiencia traumática. Puede llegar a ser una estupenda manera de aprovechar espacios que, de otra manera. Pueden llegar a quedar inutilizados o poco funcionales a medida que postergamos la decisión de amueblarlos. Y, en última instancia, reformarlos.
En estos casos, como ya sabemos, la estancia más problemática para reorganizar es casi siempre el baño, que una vez fue pequeño y, a menudo, incluso estrecho y largo. Para resolver la situación hay dos opciones; una reestructuración global, con el coste, tiempo y los inconvenientes que conlleva.
O una pequeña redistribución del espacio, que es de lo que trataremos hoy. Y si no te convence… siempre puedes consultar nuestra sección de reformas para tratar de afrontar la tuya de forma más óptima.
Lo importante: espacio efectivo
No desesperes, porque tener un pequeño baño rectangular es una situación bastante común y por ello resulta relativamente fácil encontrar soluciones adecuadas. A menudo es suficiente con elegir los acabados más adecuados.
Lo importante es aprovechar al máximo el potencial de los espacios de que dispones. Creando un proyecto ad hoc y tratando de aprovechar eficientemente cada centímetro.
Aquí debemos tener en cuenta que estamos tratando con espacios reducidos y nuestro objetivo, debe ser distribuir nuestros muebles sin dar la impresión de que la habitación está demasiado llena.
Por eso nuestro primer consejo para amueblar tu pequeño baño rectangular es que te limites a lo esencial.
Haz que tu espacio cobre fuerza
Es inútil tratar de distorsionar el espacio que tienes. ¡A menos que decidas derribar alguna pared, tu baño es rectangular y así permanecerá!
Por lo tanto, mejor centrarse en esta peculiaridad transformándola en un punto fuerte, enfatizando el desarrollo de su longitud en lugar de enmascararlo.
¿Por dónde empezar?
Para caracterizar a toda una pared y dominada por un espejo grande, también desarrollado principalmente en longitud.
En cuanto a la iluminación, la solución clásica: los focos empotrables encajaría muy bien, sin embargo, hoy día existen numerosas soluciones led que podrás adaptar con facilidad al perímetro del baño iluminándolo a lo largo.
La puerta: ¡Estrictamente deslizante!
En un baño pequeño, la apertura de una puerta tradicional supondrá la pérdida de un importante espacio que podríamos aprovechar de otra forma.
Obviamente, debemos tener en cuenta que si pretendemos dar un aspecto retro-vintage a nuestro espacio de aseo, quizá sea más fácil recurrir a una puerta de bisagra con manillas vintage. En este caso, renunciaremos al aprovechamiento de un gran espacio en nuestro baño en pro de la decoración.
Una buena idea podría ser por optar por una puerta de vidrio, claramente acabado satinado, tal vez incluso con pantalla traslúcida, lo que le permitiría iluminar un baño sin ventana impidiendo la visión interior, aunque este tipo de puertas no son muy recomendables si tenemos niños viviendo en casa.
Eligiendo el sanitario adecuado
A diferencia de hace tan solo unos años, existen multitud de opciones para la zona de sanitarios de nuestro baño. Los fabricantes ofrecen soluciones de todo tipo, incluyendo aquellas que ofrecen un mayor ahorro de espacio, algunas realmente mínimas, ideales para espacios realmente estrechos.
En la actualidad, los fabricantes pueden ofrecernos soluciones muy compactas adecuadas para todo tipo de espacios. Nuestra recomendación es que optes por modelos compactos que tengan un diámetro lo más corto posible con el fin de no entorpecer el paso y dejar espacio entre las paredes.
Un último consejo: bajo ninguna circunstancia ubiques un espejo en frente del inodoro.
Si el baño es realmente demasiado largo, ¡divídelo en dos!
Si la proporción entre la longitud y el ancho del baño está definitivamente a favor de la primera, una excelente idea puede ser dividir la habitación en dos. Podemos ubicar la zona de aseo en una parte y dejar el resto de la estancia para un pequeño espacio dedicado a la lavandería.
En este sentido también podemos jugar con la dualidad, aseo/baño siempre que el resultado de diviri la estancia en dos, nos permita disponer de dos espacios claramente diferenciados, podemos dedicar una parte al aseo, ubicando un lavabo con todos sus accesorios y la otra zona a la ducha.
La elección de suelos y revestimientos
Si estamos ante un baño con cierta antigüedad, lo más probable es que en el momento de enfrentar nuestra pequeña reforma, dispongamos de un revestimiento de azulejos desde el suelo hasta el techo.
A menos que el revestimiento de azulejos de tu baño se encuentre en mal estado con zonas despejadas o incluso caídas, recomendamos no cambiarlo. Recordemos que nuestra intención es ajustar el presupuesto al máximo.
Para evitar las obras y poner patas arriba todo el baño, la opción más sencilla y más moderna es la resina epoxi, que podrás utilizar tanto en paredes como en el suelo.
Se trata de una solución de última generación que se puede aplicar sobre la pared y sobre el suelo sin necesidad de levantar el revestimiento previo, con lo que ahorraremos mucho tiempo pero sobre todo muchas horas de limpieza en casa.
No obstante, esta solución implicara la presencia de un profesional, ya que requerirá de cierta experiencia y cierto tipo de maquinaria con la que la mayoría de nosotros no estamos familiarizados.
La opción más interesante, para presupuestos un poco más amplios, consiste si o si, en cambiar el revestimiento. Cambiar los azulejos implica necesariamente cambiar su forma. Elije azulejos grandes y alargados, ya que de esta manera conseguiremos acentuar el sentido de longitud de nuestro baño.
Una de las ideas que perseguíamos desde el principio para amueblar un baño pequeño y rectangular.
Recuerda: optimiza el espacio.
Nuestro último consejo. Ya sea cuando te dispongas a amueblar un baño pequeño y rectangular, o cualquier otro entorno doméstico un poco sacrificado, el imperativo es siempre el mismo, es decir: «menos es más«.
En estas situaciones, una de las primeras cosas para prestar atención es tratar de eliminar todo lo que es superfluo y no estrictamente indispensable. Es mejor pecar de minimalista que sobrecargar la decoración de nuestro baño.
El secreto para mejorar las habitaciones no particularmente grandes pasa por jugar con algunos elementos de mobiliario. Mejor si es absolutamente limpio y lineal. Limitándose a lo esencial y evitando llenar las paredes con cuadros y muebles de pared.
Como has visto sólo necesitas un poco de imaginación y algo de inspiración para conseguir que tu pequeño baño rectangular pueda convertirse en un verdadero spa.
¿A qué estás esperando?
Aplica nuestros consejos y atrévete a comprobar que en el barril pequeño… también hay buen vino!
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